sábado, mayo 27, 2006
Mi amigo Pablo
Después llegó el día que cumplimos dos meses en el apto, hicimos una torta para comerla tarde en la noche, cuando los dos estuviéramos en casa. Grande fue mi sorpresa al recibir llamadas de mi compañerito de hogar afirmando que había cosas que cambiaron de lugar.
¿Estará loco?. Pensé cuando me lo encontré en la plaza independencia y me abrazaba y lloraba.
El día de la mudanza los dos habíamos arreglado unos adornos sobre una cómoda. El lado izquierdo, el masculino, con fotos de Chelo y algunas cositas más; el lado derecho con fotos mías adornitos rozados (cosas que caracterizan a una mujer como yo). Aquel día las cosas estaban en espejo, yo y mis porquerías en la izquierda, Chelo y las suyas a la derecha. Yo no moví eso. Lo juro, y a juzgar por los llantos de Chelo el tampoco lo hizo.
Charlamos, mucho charlamos, nos asustamos, nos reímos, tratamos de buscar alguna explicación racional... aún no la tenemos. Entre tanta charla manejamos la posibilidad de ponerle un nombre a "eso" que estaba compartiendo la casa con nosotros. La desechamos, al fin y al cabo somos dos tipos respetuosos y no queríamos "invadirlo". "Si tiene nombre que lo haga saber", dije yo sin tener conciencia de lo que hacía. Y así fue, que después de escuchar un disco todo el día, después de que el sobre de dicho disco pasara por nuestras manos varias veces, cuando lo abandonamos por un segundo y después lo fuimos a buscar en el disco decía: Pablo. La letra: como de niño... la lapicera: verde. "En casa no hay lapiceras verdes". A esta altura yo estaba cagada hasta las patas, pero asumo, que me lo tomé de manera más natural.
Que más decir... al otro día una P en el espejo escrita con crayola o algo así.
Bienvenido Pablo a nuestra casa.
lunes, mayo 22, 2006
Hace unos días se presentó "Monstruo" la nueva edición del Grupo Belerofonte. Es el tercer libro de este grupo, al que tengo el gusto de conocer y admirar...
El libro está bárbaro, súper entretenido y con una calidad increíble.
A todos los que no se acercaron a este arte (el de las historietas) los invito a comprar alguno de los 3 libros (son todos bastante baratos), no se van a arrepentir...
sábado, mayo 13, 2006
Me gustaba salir, pero cuando estaba en casa también jugaba.
La tele se miraba hasta las 10, después a dormir.
Ahora, hay un sol que raja la tierra. Estoy a dos cuadras de la rambla y de una gran plaza con cancha de fútbol. Entro al cyber y estoy rodeada de niños.
¡Germán te maté! Escucho mientras un niño de no más de 9 años, con grandes lentes mira casi pegado a la pantalla como puede liquidar al enemigo.
Mi hermano me manda muñequitos que se mueven por el msn.
Me da bronca.
martes, mayo 02, 2006
Delirios sin grandeza
Hoy no quiero al mundo.
No me quiero a mí.
No estoy conforme.
Hoy quiero hacer cosas pero no las hago.
Hoy me enojo.
Me molesta la manera, no me parece justa.
Tendría que haberlo hecho mejor, tendría que haberlo hecho, mejor.
Tendría que hacer cosas pero no las hago.
No quiero salir, no me quiero quedar.
Hoy me molestas aunque te quiera.
Hoy te quiero aunque me molestes.
Tengo envidia, de la sana y de la otra.
No entiendo porque me envidias.
Me duele la espalda, la carga.
Poca carga es el problema.
No quiero que me toques, quiero que me mimes.
No entendés nada.
No te entiendo.
¿Para que estás acá?
Quien te entiende...
La tengo clara, vos no.
¿La tenés clara?
¿La tenés?
No tengo nada, y tengo todo.
Nada me conforma.
Soy insoportable.
Soy...
¿Sos?
Cuando vas a ser.
¿Vas a venir?
El invierno.
Soy ansiosa.
Soy.
Otra vez.
Teléfono: Bien, bien.
Pavadas mías.
Mías algunas cosas.
Cansada, pero es mi culpa.
Culpa.
Culpa.
Es mi culpa la culpa por la que me siento culpable.
Pensar, pensar, pensar.
¡Pensá!
Dejá de pensar y andate a dormir de una vez, ladilla.