Me pesa el espacio abandonado. Es una mezcla de pereza y de enojo.
Me enoja haber abandonado, me da pereza dejar de hacerlo.
Así que acá estoy. Desperezándome un poco. Saliendo del abandono.
Acá ando, entre sohpping y encierro. Entre escollera y luz.
Contando los días para empezar la rutina. Rogando para que llegue el verano.
Vuelvo, bastante igual y un poco cambiada.
Llego, con algunas ganas, algunas certezas de que la pereza va a volver a apoderase de mi. Aprovecho y saludo a aquellos que a pesar del abandono siguen ahí, visitándome.
martes, octubre 17, 2006
Suscribirse a:
Entradas (Atom)