Ayer no me podía dormir. Leí, di vueltas en la cama, escuché radio, de todo hice pero no podía. Hacía mucho calor, en algún momento especulé con ir a la cama de abajo de mi cuarto. Digamos que dormir en un entrepiso tiene sus desventajas, entre ellas el calor insufrible.
No se como en un momento empecé medio que a dormirme. Conocen esa sensación de estar medio dormido, medio despierto. Es como que uno empieza a soñar un poco pero también es conciente de la realidad. En ese momento se me ocurrió una historia buenísima. Era perfecta. Tenía todas las características de una terrible novela. Como me conozco, medio dormida medio despierta pensé: tengo que anotar esto porque mañana no me voy a acordar. Traté de tantear la luz, no podía prenderla, la perilla no servía o la lámpara se había quemado. De repente logré con gran esfuerzo abrir los ojos. No estaba prendiendo la luz, mi mano estaba en la almohada. Mierda! (pensé). Y en ese momento tuve que decidir. O me duermo por fin o me despierto del todo para poder anotar la historia. Me dormí, así que la genialidad que había pensado se perdió en el olvido.
Odio perder genialidades, sobretodo porque no las hay todos los días...
lunes, enero 30, 2006
La genialidad perdida
domingo, enero 29, 2006
Panzada
Después de una borrachera de viernes a la noche, el sábado no me quedó otra que pasar el día tirada. Otra vez mirando tele, achanchada, con dolor de cabeza y todas esas cosas que trae el alcohol el día después.
Película de sábado a la tarde. Algo así como "Secuestro en el aire" (no pude registrar el nombre en inglés). Lorenzo Lamas de protagonista (para que vean como viene la cosa), varios de esos actores con cara de malos y grande fue mi sorpresa cuando descubrí el nombre de Gastón Pauls en el reparto. Historia conocida, ladrones que roban un avión en el aire, con un montón de métodos irrealizables, de manera ilógica y que como es común se traicionan entre ellos. Gastonsito un ladrón más, ni de los malos ni de los buenos, bien como siempre, en general no tengo quejas con su actuación. Lo mejor fue escuchar su voz doblada del inglés. Vieron como son los doblajes, en general horribles, con unas voces que vaya a saber uno de donde las sacan, pero son sin ninguna duda una mierda. Confieso que en este caso, en esta película en particular, si hubiera escuchado la voz real de Gastón no me convencía tanto. En fin.
Cambio de canal, pesco el final de Jumanji. No la ví y tampoco me dieron ganas. Cuando termina arranca una con Clint Eastwood, del lejano oeste. Increíble! Buenísima, y divino el tipo. De verdad, un terrible galán, de esos que ya no existen.
Digamos que después de esto tomé un recreo televisivo para volver a la pantalla a las 2 de la mañana cuando vi una de Sherlok Holmes. Me encantan ese tipo de películas. Esas en las que no sabes el asesino hasta el final, y que no son pretenciosas. Ahora, hago una pregunta... ¿Sherlok en la historia original era adicto a algún tipo de droga? En esta película se daba varias veces con varias cosas distintas. Morfina, se fumaba alguna cosa que otra, chupaba. No se... me llamó la atención.
Después de esta panzada televisiva no me puedo dormir y como no tengo cable no puedo mirar más tele (por suerte, digamos que ya me había cansado). Así que escribo, para todos esos que dicen que el blog es una terapia.
Hasta mañana.
miércoles, enero 25, 2006
La Tele
Digamos que soy una persona que mira televisión, es decir, no me muero por verla, pero si estoy al pedo en casa y pasan algo medianamente interesante lo miro. Como todos los que alguna vez miramos esa cajita me como a diario toneladas de publicidad. Hay algunas bárbaras, no lo voy a negar pero hay otras en las que algunos detalles de las mismas me molestan. Ej.: En el aviso de biotop, en el que dice que te regalan 200 ml de yogurt, en el que hay una chica que prueba varios vasos, antes de empezar la chica se estira la musculosa y si miran bien su axila izquierda (la que esta a la derecha de la pantalla) se le ve el soutien. Es decir, a los efectos prácticos no nos afecta en nada pero me molesta la desprolijidad. Confieso que lo he visto varias veces y cada vez me molesta más. En el aviso de canesten, en el del anti hongos, hay dos chicos que tocan la puerta del otro para invitarlo al club y el otro les da una tonta excusa, ¿ubican? bueno, en ese está mal la direccion de mirada. Si se fijan detalladamente el que abre la puerta los mira como si estuvieran a su altura y en su subjetiva los mira hacia abajo.
El aviso de últimas noticias, el del infierno de la prensa esta buenísimo, ahora yo digo, que costaba contratar a un actor. Uds. Vieron la cara de idiota que pone el chico cuando pregunta: ¿Todos los periodistas vienen para acá? En fin, no hay necesidad habiendo tanta gente linda y talentosa en la vuelta.
Estoy segura que hay más, cuando me acuerde les cuento.
lunes, enero 23, 2006
Noche Surrealista
La cuestión es que el viernes salimos con el Nacho. Nos fuimos a la ciudad vieja, tranquilos a tomar una en algún lado. Nos sentamos en un boliche que tenia mesitas afuera, comíamos una picada (bastante precaria y cara) y charlábamos de la vida y pavadas afines.
Para un taxi y de el bajan primero una mujer mayor, que se va, y después una pareja que se sienta en una mesa cercana. Pasa un rato y después el chico, nos mira y nos pregunta el nombre del árbol que estaba sobre nosotros. Llegamos a la conclusión de que era un álamo y después seguimos charlando. Muy buena onda, los chicos eran argentinos aunque tenían mucha relación con el Uruguay. Ella había estudiado teatro acá y él tenia familiares. Una pareja muy desenvuelta, simpática, que nos trataba muy bien y que pretendía que los lleváramos a algún boliche de la ciudad vieja. Tomamos unas cuantas cervezas, unas cuantas, y después de un rato la conversación se tornó cada vez más efusiva. Iba todo bien, o por lo menos todo divertido hasta que se empiezan a pelear entre ellos. La mina lloraba (nos contaba sus problemas) el la consolaba. Ahí nos empezamos a mirar con el Nacho... había algo raro. Mayor fue nuestra sorpresa cuando ellos nos confiesan que en realidad no eran argentinos, que habían hecho esa joda para molestar al mozo y caímos nosotros en la vuelta, pero que se notaba que éramos buena gente y no daba para mentirnos. Nos empezamos a sentir mal, es decir, habíamos estado hablando por el lapso de casi 2 horas sobretodo de argentina y Uruguay, confiados de que hablábamos con argentinos. Sentimos que nos habían tomado el pelo pero a la vez entendimos que bueno, ta, estaban rompiendo los huevos. Ya sin muchas ganas nos fuimos del boliche a pitar algo para después entrar a un boliche a bailar. Ahí la cosa se empezó a poner densa. Se seguían peleando entre ellos y mostraban un grado etílico bastante elevado. Nacho y yo arrancamos para La Estada y ellos nos siguieron. Entramos al boliche y bailamos, la mina no paraba de decirnos que le caíamos bárbaro, mientras el novio traía mas cerveza. A esa altura, ya no nos caía simpática la conversación salvo por la catarata de cervezas que caían constantemente en nuestras manos. Bailaban con nosotros y desaparecían, supongo que se peleaban. Después de un rato con el Nacho empezamos a calcular la huída. La idea era irnos sin decir nada, digamos que escabullirnos entre la gente para zafar lo antes posible. Al instante de salir aparece el flaco que nos dice que ella estaba sentada, que habían comprado una cerveza, que fuéramos a sentarnos con ellos. Nos miramos con cara de: "si no hacemos esto se va a complicar más" y fuimos. Digamos que todo el tiempo estábamos en una delicada línea de no terminar mal... es decir... de no terminar peleados con ellos y de no tener problemas. Creo que cualquiera de los dos temía que se pusieran más densos de lo que estaban. Nos sentamos, tomamos cerveza, el chico se pone a hablar de manera muy efusiva, golpeando la mesa. Nacho y yo lo miramos, Nacho pone cara de "se está empezando a desubicar", el mozo también lo ve, se acerca y les dice algo al oído, a él y a Nacho. A esa altura lo único que queríamos era salir de ahi adentro. Nuevamente viene el mozo pero esta vez para decir que la ultima cerveza no estaba paga. Discuten entre ellos, se putean, la cuestión es que la cerveza la pagamos el Nacho y yo y no se como ni cuando nos fuimos.
Hablábamos en el auto. Dios que noche.
viernes, enero 20, 2006
Hoy no voy a ser amable...
Cuando me subí al ómnibus me di cuenta: "Hoy no voy a ser amable" y en seguida ese pensamiento se pasó a mi cara, a mi cuerpo y de ahí en más no fui amable.
No fui amable cuando el guarda me dio el vuelto después de un "sírvase señorita", no, no le dije gracias y me alegré de no hacerlo.
No fui amable cuando pisé el bolso de una chica, muy bien vestida y con cara de buena que luego de que me enredara con su equipaje me manda un "hay... perdoname!", no, no puse cara de simpática ni sonreí.
No fui amable cuando el milico del fondo me sonrio, no fui amable cuando una madre con su hijo en brazos me miró con cara de pedirme el asiento "doña problemas tenemos todos" pensé, no fui amable cuando peché a el punky que reparte volantes frente a la intendencia (lo odio), no fui amable cuando la cajera me dijo "que pases buen día", solo pensé "ojalá que no me toque nunca tener tu cara y estar detrás de una caja".
Hoy no voy a ser amable, hoy no voy a hacer lo correcto, hoy no voy a pedir por favor, no voy a decir gracias, no te voy a escupir amablemente, no te voy a dar un buen consejo, no te voy a poner el hombro, no te voy a mentir, no te voy a sonreír si no me gusta tu cara.
Solo hoy..
martes, enero 17, 2006
Noche de Poker
jueves, enero 05, 2006
Cosas de niños
El 24 de diciembre dormí en la casa de mis tíos en Costa Azul. Me acosté relativamente temprano, y después de una pelea con mi viejo de donde dormir logré quedarme en la cama que está en el comedor, justo donde esta la tele con cable. Yo nunca tuve cable, así que cada vez que me quedo en una casa que si lo tiene, como buena nena chica me quedo mirando hasta cualquier hora. Pero justamente de eso les quiero hablar, de cuando uno se comporta como un gurí chico.
Miré cable y me enganché con una película, una de esas de porristas, una de esas que impiden que pienses y que tienen las mismas historias de siempre. La cosa es que empecé a mirarla a eso de las 5 de la mañana. La película llegaba al final cuando siento que mi tío se levanta de su cama (estaba en un cuarto cuya puerta desemboca en el comedor). Por alguna extraña razón me hice la dormida. Si, como cuando uno es chico y está haciendo algo que no debe, como cuando uno comía golosinas a escondidas o como cuando lo mandaban a la cama y no tenía sueño. Mi tío se levantó, fue al baño (no saben lo dormido que estaba ese hombre) y a la vuelta me vio dormida y apagó la tele. La película estaba por terminar y tuve que esperar a que mi tío se acostara y se volviera a dormir. Después agarre el control remoto, prendí la tele, baje el volumen lo más rápido que pude y vi el final de la película.
No tengo muy claro porque hice eso, digamos que si mi tío me veía mirando tele a esa hora no había ningún problema, nadie me hubiera dicho nada. De todas maneras cuando me acuerdo me gusta... me encanta volver a hacer cosas de niños. ¿Porque no prueban?