El 24 de diciembre dormí en la casa de mis tíos en Costa Azul. Me acosté relativamente temprano, y después de una pelea con mi viejo de donde dormir logré quedarme en la cama que está en el comedor, justo donde esta la tele con cable. Yo nunca tuve cable, así que cada vez que me quedo en una casa que si lo tiene, como buena nena chica me quedo mirando hasta cualquier hora. Pero justamente de eso les quiero hablar, de cuando uno se comporta como un gurí chico.
Miré cable y me enganché con una película, una de esas de porristas, una de esas que impiden que pienses y que tienen las mismas historias de siempre. La cosa es que empecé a mirarla a eso de las 5 de la mañana. La película llegaba al final cuando siento que mi tío se levanta de su cama (estaba en un cuarto cuya puerta desemboca en el comedor). Por alguna extraña razón me hice la dormida. Si, como cuando uno es chico y está haciendo algo que no debe, como cuando uno comía golosinas a escondidas o como cuando lo mandaban a la cama y no tenía sueño. Mi tío se levantó, fue al baño (no saben lo dormido que estaba ese hombre) y a la vuelta me vio dormida y apagó la tele. La película estaba por terminar y tuve que esperar a que mi tío se acostara y se volviera a dormir. Después agarre el control remoto, prendí la tele, baje el volumen lo más rápido que pude y vi el final de la película.
No tengo muy claro porque hice eso, digamos que si mi tío me veía mirando tele a esa hora no había ningún problema, nadie me hubiera dicho nada. De todas maneras cuando me acuerdo me gusta... me encanta volver a hacer cosas de niños. ¿Porque no prueban?
jueves, enero 05, 2006
Cosas de niños
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