Ayer no me podía dormir. Leí, di vueltas en la cama, escuché radio, de todo hice pero no podía. Hacía mucho calor, en algún momento especulé con ir a la cama de abajo de mi cuarto. Digamos que dormir en un entrepiso tiene sus desventajas, entre ellas el calor insufrible.
No se como en un momento empecé medio que a dormirme. Conocen esa sensación de estar medio dormido, medio despierto. Es como que uno empieza a soñar un poco pero también es conciente de la realidad. En ese momento se me ocurrió una historia buenísima. Era perfecta. Tenía todas las características de una terrible novela. Como me conozco, medio dormida medio despierta pensé: tengo que anotar esto porque mañana no me voy a acordar. Traté de tantear la luz, no podía prenderla, la perilla no servía o la lámpara se había quemado. De repente logré con gran esfuerzo abrir los ojos. No estaba prendiendo la luz, mi mano estaba en la almohada. Mierda! (pensé). Y en ese momento tuve que decidir. O me duermo por fin o me despierto del todo para poder anotar la historia. Me dormí, así que la genialidad que había pensado se perdió en el olvido.
Odio perder genialidades, sobretodo porque no las hay todos los días...
lunes, enero 30, 2006
La genialidad perdida
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8 comentarios:
Por suerte no me pasa seguido, ya que genialidades no se me ocurren nunca...
Y la modestia? La perdés seguido?
Veo que no entendiste nada nene! Digamos que nunca se me ocurren genialidades, pero una puta vez que sale algo medianamente positivo de mi cabeza lo pierdo...
Ojo con la falsa modestia! Es peor que la modestia misma!
Salut!
No sé si genialidades, pero cosas medianamente positivas suele usted tener... cuidado con la falsa modestia y cuidado con la autocondena...
Yo jamás tuve una genialidad. Sólo tengo esporàdicamente pensamientos cargados de una negatividad inigualable. Entonces salgo a la calle, y me despejo.
Eso sí, tengo a buen cuidado el hecho de salir sin la Luger.
Voy a tener que aclarar. La palabra GENIALIDAD en este caso está siendo usada un tanto irónicamente. Es decir, se supone que el interes del relato es que se me olvidó algo que a mi entender era interesante. Por suerte no soy de tener ideas geniles, digo por suerte porque la historia ha demostrado que la mayoría de la gente genial termina horrible. Así que aclarada mi falta de genialidades sigo lamentandome por haber perdido la idea.
Salut.
Einstein era genial y no terminó horrible. Saramago es genial y por ahora le va bastante bien. Newton era genial y le fue fenómeno.
Podría seguir... pero para qué?
Mayoría: La mayor parte de un número o de una serie de cosas que se expresa. (Real academia)
Acaso dije todos?
Hace poco me paso algo parecido, estaba tirado en balcon viendo como regaban el cielo de estrellas,sumergiendome en ese estado catatónico, y se me vino de golpe una historia, que entre el baho del ensueño catalogue de genial. Pero me dormí. Solo espero que el guionista de mis sueños haya tomado nota.
Nos estamos leyendo.
Buena vida.
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